Coche en parque cerrado de María Pita, intacto y en el 21 de la general. No se puede pedir mucho más para el rallye de casa. El más especial de todo el año. Allí estaban familia y amigos para recibirnos a vítores, sobre todo los más peques que son los que más ilusión levantan.
He de decir que una vez más nos ha sorprendido la cantidad de gente y expectación ya el viernes en la ceremonia de salida. Se me ponen los pelos de punta de recordar el pasillo interminable de gente desde el podium hasta bien entrada La Marina. Y el punto de andar por las calles de tu ciudad, ir a casa de tus familiares, o visitar a algún amigo en tu coche de carreras es inigualable. Y ya el domingo ir al lavado con él como si fuera tu coche de calle es lo máximo.
Con respecto a la carrera en sí pues muy orgullosos del rallye realizado. Y aún pudo ser mejor de no ser por el injusto dorsal que nos adjudicaron que nos perjudicó bastante en la neutralización del primer paso por Culleredo al asignarnos un tiempo sustancialmente más lento que nuestro ritmo.
De cualquier modo el resultado es muy positivo. El coche ha funcionado como un reloj todo el día. Los navegantes hemos ido muy cómodos y sin sustos y hemos disfrutado el rallye a tope. Coche sin un rasguño para el garaje y a disfrutar del buen sabor de boca que te queda los días posteriores cuando cuajas una buena carrera.
Quiero dar las gracias a la asistencia Bruno y los hermanos Varela soberbios como siempre, felicitar a nuestros compañeros de escudería Angel Bello y Carlos Mouriño por su buen rally y agradecer por último pero no menos importante el apoyo de nuestros patrocinadores Noche y día Café, Aluminios El Paraguas, Vending Matogrande, SBPD cycling services, Gon Motor, JG Motor-Sport, Gestoría Taboada Camba, Rallyadictos.com y Foto DNG.
Y a pensar en el siguiente que aún no tenemos decidido cual será…